Amplia experiencia en arrendamientos y desahucios
El precario es una situación de hecho por la que alguien está utilizando gratuitamente, ya que no existe renta ni otro pago o contraprestación al propietario, un inmueble que no es de su propiedad y además tampoco tiene un título que justifique que puede usarla como puede ser un usufructo, un arrendamiento, una renta vitalicia, etc.
Por ejemplo, padres que le ceden el uso de la vivienda a su hijo recién casado, pero, tras el divorcio, la vivienda se la adjudican a su mujer, siendo necesario acudir a la vía judicial si surgen problemas.
En suma, esa persona está usando el inmueble, pero no existe una contraprestación o renta por su uso, que puede ser meramente tolerado por el dueño o puede incluso ser desconocido por el mismo
Aunque el ocupante pague determinados gastos de conservación del inmueble, agua, luz o el IBI, lo hace como precarista, ya que no paga renta alguna y, por tanto, no le confiere legitimidad para seguir usando el inmueble si el propietario no lo consiente.
Por tanto, como se trata de una mera tolerancia o desconocimiento por parte del dueño del inmueble, el propietario podrá requerirle en cualquier momento para que lo abandone, pudiendo acudir al Juzgado a desahuciar al ocupante por precario en caso de no hacerlo voluntariamente.
Igualmente ocurre con el comodato, contrato en virtud del cual se cede gratuitamente el inmueble a la otra parte por un tiempo determinado y/o para un uso concreto, devolviéndolo transcurrido dicho plazo o alcanzado el uso.
Tenemos gran experiencia en el asesoramiento a las partes en operaciones de arrendamiento, tanto a particulares como a empresas, contando con un equipo de abogados expertos en materia de arrendamientos y desahucios.
